jueves, 10 de enero de 2008

FÍSTULA CAROTIDOCAVERNOSA

Se trata de una comunicación anómala entre la arteria carótida y el seno cavernoso, que comportará un aumento de la presión venosa y, por lo tanto, se producirá una alteración del drenaje venoso y una disminución de la presión arterial y de la perfusión. Podemos diferenciar dos tipos: directa e indirecta.

1 - FÍSTULA CAROTIDOCAVERNOSA DIRECTA

Se caracteriza por el paso directo de la sangre arterial a través de una alteración de la pared de la A. carótida interna, en su porción intracavernosa.

Causas:

- traumatismos craneales, que provocan desgarros de la A. carótida interna, dando lugar a un cuadro clínico grave con índices de flujo elevado. Son los más frecuentes.

- roturas espontáneas de una arteria arteriosclerótica o bien de un aneurisma intracavernoso, produciendo unos índices de flujo menores y una clínica de menor gravedad. Son menos frecuentes, y supone un riesgo mayor el sexo femenino en etapa postmenopáusica.

El cuadro clínico es de aparición más súbita y intensa que en las fístulas indirectas. Consta de:

  1. Afectación del segmento anterior: aparece quemosis y congestión de los vasos sanguíneos episclerales y conjuntivos. Puede producir también un glaucoma secundario al aumento de la presión episcleral. Si se produce la necrosis de este segmento anterior, nos podemos encontrar con edema del epitelio de la córnea, atrofia del iris, presencia de células en el humor acuoso, rubeosis y catarata.
  2. Proptosis, que es pulsátil; por lo tanto, encontraremos un soplo y frémito, que desaparecerán con la compresión de la A. carótida. Así mismo, podemos encontrar un soplo cefálico.
  3. Oftalmoplejía, como consecuencia de la afectación de los nervios oculomotores. Es bastante frecuente, y puede asociarse también a la alteración de los pares craneales III, IV y VI. Un factor que puede aumentar esta alteración es la hipertofia y congestión de los músculos extraoculares, si existe.
  4. En el fondo de ojo, observaremos: congestión de los vasos sanguíneos, o bien obstrucción de la vena central de la retina. En general, existe una disminución de la agudeza visual importante, que puede ser permanente.


Tratamiento: si no se produce el cierre espontáneo por trombosis del seno cavernoso, debemos de recurrir a la cirugía, básicamente para intentar preservar al máximo la estructura más afectada, que es el globo ocular. La técnica se basa en la radiología convencional con espirales intravenosas "coils" mediante un catéter en la A. carótida interna. Las indicaciones de la cirugía son:
- Glaucoma secundario, que produce alteraciones visuales importantes.
- diplopía
- cefalea o soplo intolerable
- proptosis importante que, por exposición, causa una queratopatía grave.
2- FÍSTULA CAROTIDOCAVERNOSA INDIRECTA
También denominada dural. En ella, se mantiene intacta la porción intracavernosa de la A. carótida interna, y la sangre circula indirectamente hacia el interior del seno cavernoso, a través de las ramas meníngeas de las arterias carótidas interna o externa.

Causas:
- ruptura espontánea, como consecuencia de traumatismos leves o de elongaciones, principalmente en hipertensos.
- malformaciones congénitas, en algunos casos. El cuadro clínico se debería a una trombosis venosa intracraneal.
La clínica es más insidiosa que en las fístulas directas, con lo cual, el diagnóstico diferencial es más difícil. Se presenta con:
- discreta debilidad de abducción
- vasos episclerales dilatados
- elevación de la presión intraocular
- dolor
- oftalmoplejía
- ptosis
- soplo
Tratamiento: existen algunos casos de recuperación espontánea, pero, en general, se precisa de la radiología convencional para ocluir las arterias nutrientes.
2008

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